miércoles, 6 de mayo de 2020

CORONAVIRUS, VERSUS CORONAIDIOTAS


Si eres de los que aún no se ha dado cuenta de la farsa de esta pandemia; de los que aplauden a las ocho de la tarde; de los que van por la calle con mascarilla y guantes; de los que esperan ansiosamente la prometida vacuna. Si eres de los que creen que el cambio climático es consecuencia del CO2 vertido a la atmósfera y, en definitiva, si eres de los que piensan que los pájaros maman, es que tu cerebro ya está lo suficientemente contaminado y han hecho de ti un verdadero imbécil. Por tanto, puedes dejarlo aquí y no seguir leyendo, ya que este artículo no es para ti.
Cada día es más evidente el objetivo de esta falsa pandemia -sostenida por la OMS y asesorada por el epidemiólogo Neil Fergurson y el inmunólogo Anthony Fauci (dos personajes de dudosa reputación)- que, unida al cambio climático, servirán de escusa para crear un “Sistema Control” llamado Nuevo Orden Mundial, Nueva Normalidad o como cojones (con perdón) lo quieran llamar. Lo que nos llevará irremisiblemente a ese “mundo feliz” de Aldoux Huxley.
Vivimos en un planeta único, que sepamos. Un planeta plagado de recursos, de animales, de plantas y de ecosistemas viviendo en equilibrio desde hace millones de años. Y, sin embargo, ha sido el hombre quien, en los últimos 200 años, ha destrozado gran parte este mundo maravilloso simplemente por codicia.
Todos hemos asistido en riguroso directo al cerrojazo del mundo, que actualmente se encuentra prácticamente paralizado.
Resulta de lo más esclarecedor ver que multinacionales y oligopolios como el petrolero, las líneas aéreas, los bancos comerciales y un sinfín de grandes, medianas y pequeñas empresas hayan preferido perder miles de millones de dólares al día por salvar la vida del “populacho”. ¡Venga ya, hombre! Que algunos todavía no nos hemos vuelto idiotas.
Que el actual sistema es insostenible es más que evidente y habría que cambiarlo. Pero hacerlo de esta manera es, además de mezquino, un crimen de lesa humanidad que, si salimos de esta, alguien tendrá que pagar.
El verdadero gobierno en la sombra, que controla el mundo, lleva décadas preparando el escenario perfecto para implementar su Nuevo Orden Mundial. Y ese momento ha llegado.
Su famosa Agenda 2030, con sus 17 puntos para el desarrollo sostenible, son el fiel reflejo de la mentira con la que estamos siendo engañados.
¿Alguien con dos dedos de frente cree que se van a cumplir en 2030 esos objetivos si no hay una reducción drástica de la población mundial? Porque díganme como en 10 años van a sacar de la pobreza a más de 3.000 millones de personas, la gran mayoría analfabetas.

El estado actual de confinamiento mundial, en mayor o menor medida, ha venido para quedarse.
Es muy decepcionante ver cómo la gran mayoría de la gente no se entera de que nos están matando lentamente. Han conseguido amedrentarla de tal manera que no ve más allá de sus propias narices. Veremos cómo reaccionan cuando el Gobierno nos confisque los ahorros; cuando nos baje las pensiones; cuando escaseen los alimentos y volvamos a las cartillas de racionamiento. En definitiva, cuando la gente compruebe que por cada muerte ocasionada por el coronavirus habrá 300 muertes provocadas por la pobreza generada por esta falsa pandemia.
España será rescatada sí o sí, no te quepa la menor duda. Y cuando vengan los “hombres de negro”, lo poco que quede de este país será saqueado por esta panda de buitres. Nos harán lo mismo que hicieron con Argentina y Grecia que, desde entonces, no levantan cabeza.
Esto mismo, o algo parecido, se aplicará en prácticamente todos los países del mundo para reducir en una o dos décadas la población mundial.
En el mundo que está por venir –ese que nuestro Presidente de Gobierno llama “nueva normalidad- se producirán grandes cambios en la forma de trabajar, de relacionarnos, de viajar, ocio y un larguísimo etc.
Pero lo primero es hacer desaparecer el dinero en metálico, pasando a ser todo electrónico. Este nuevo escenario que, a priori, parece muy útil -y lo es-, sin embargo, tiene sus connotaciones cuanto menos preocupantes.
El dinero electrónico le da toda autoridad sobre él a aquel que lo controla. Por lo tanto, el conocimiento absoluto sobre nuestros ingresos y gastos está completamente asegurado.
Por otra parte, la utilización del teléfono móvil se ha vuelto imprescindible para prácticamente el 100% de la población. En este futuro que nos espera, todo se hará a través del móvil: abrir nuestra casa, nuestro coche, viajar, abrir el frigorífico, comprar, etc. Y esto será así hasta que estemos preparados para que el móvil sea implantado en nuestro propio cuerpo en forma de microchip.
Una vez esto se consiga, viviremos en un estado policial permanente en el que el “gran hermano” nos vigilará día y noche para evitar que seamos “malos ciudadanos”. Y claro está, en este estado policial ya no será necesario ni policía ni cárceles, ya que simplemente con bloquearte el microchip tu vida estará arruinada.
Ya sé que parece una película de ciencia ficción, pero como todo el mundo sabe, la realidad supera siempre a la ficción.
Me gustaría equivocarme, pero depende de nosotros. Si dejamos que el 1% nos manipule, como lo está haciendo, lo conseguirán. No lo dudes.

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