lunes, 17 de agosto de 2020

¡DEJARNOS DE UNA PUÑETERA VEZ EN PAZ!


El mundo está en manos de unos psicópatas dementes que sistemáticamente juegan a ser dioses. Y no estoy hablando únicamente de la élite. Estoy hablando, también, de políticos, de jueces y de algunos científicos, médicos, ingenieros, abogados, empresarios, etc. -forrados de dinero- sin cuya colaboración esto no sería posible.
Este colectivo de psicópatas componen una minoría ideológica autoritaria que, amparándose en una supremacía arrogante, tienen al resto de la población sumida en la esclavitud, la ignorancia y la pobreza.
Lo triste, es que entre todos no llegan al 3% de la población mundial. Y la pregunta es: ¿y cómo es que una minoría tiene bajo la suela de su zapato a la mayoría? Muy fácil: tienen en sus manos los medios de comunicación, las fuerzas armadas, la tecnología y el dinero.
Ni en mis peores pesadillas hubiese podido imaginar que viviría una situación como la actual. Pero lo más humillante, preocupante y decepcionante es ver la sumisión indecente de la gente que no es capaz de mover el culo aunque se lo estén quemando.
Seguir hablando del coronavirus, a estas alturas, es mentalmente agotador. Ya he expuesto en mis anteriores artículos las mentiras sobre esta falsa pandemia y no voy a seguir por ese camino. Los datos están ahí.
La masa borreguil está claro que nunca se cuestiona nada. Pues bien, ahí va una serie de preguntas que deberían hacerse antes de aceptar una tiranía que va a arruinar sus vidas.
¿Sabías que los portales que se dedican a denunciar bulos, como Newtral.es (de Ana Pastor) o Maldita.es (de Julio Montes y Celia Jiménez), -todos salidos de la cadena globalista La 6ª TV-, fueron subvencionados por el Gobierno?
¿Te has parado a pensar por qué los medios de comunicación siguen “erre que erre” infundiendo miedo a la población, insistiendo en darnos el número de nuevos casos positivos aunque sean asintomáticos? ¿Te has preguntado cuál es la verdadera intención?
¿Sabes que en España el grupo de expertos que dictan las normas sanitarias (confinamiento, uso obligatorio de mascarillas, reducción de aforo en negocios, distancia de seguridad, prohibición de fumar en las calles, etc.) no existe y nunca existió?
¿Sabes que el Gobierno dictó hace poco un decreto según el cual puede volver a declarar estado de alarma sin consultar al Parlamento?
¿No te parece extraño que el poder global del dinero (IBEX 35 y compañía)  esté perdiendo miles de millones de euros diarios por salvar la vida del “populacho”?
¿Sabías que el 13 de julio de 2020 se modificó la directiva que prohibía  liberar organismos genéticamente modificados?
¿Sabes que en la próxima reunión del Foro Económico Mundial se abordará el reseteo económico-monetario?
Y por último. ¿Sabes que esto sumirá a España en una ruina económica sin precedentes y que acabará con el sustento de millones de personas?
El Covid-19 y la OMS no nos han quitado nada. Los que nos han robado el futuro de nuestros hijos, además de nuestros derechos y libertades, son los gobiernos de turno que siguen al pie de la letra las consignas de los Think tank del pensamiento globalista. 
Esta gentuza nos está robando la normalidad, las ganas de vivir, la sonrisa de la cara, la dignidad, la esperanza y el futuro. Están cerrando nuestros negocios, escuelas, centros culturales, playas, montes ríos y mares. Nos prohíben respirar con naturalidad, nos distancian de nuestra familia y amigos, están enterrando a nuestros ancianos en vida y, por nuestra supuesta seguridad, nos van a inocular una vacuna que vete a saber qué contendrá. Y la pregunta es: ¿crees que una vida así merece la pena ser vivida? Pues tú mismo, porque esto ha venido para quedarse.
La mente de la gente está siendo destrozada por una fuerza mucho más destructiva que la producida por una bomba atómica. Una fuerza que ha convertido a las personas en paranoicas. Y esa fuerza no es otra que el miedo.
Esas personas presas del miedo (incluso del pánico) son algunos de nuestros amigos, de nuestros familiares, de nuestros vecinos. En definitiva, gente que conocemos de toda la vida, inteligente y sensata, que ya no reconocemos.
Es una escena dantesca ver las calles y plazas de nuestras ciudades llenas de zombis con mascarilla apartándose unos de otros. ¡Patético!
Lo que estamos padeciendo no es una pandemia, sino una dictadura global atroz, brutal e insoportable (el franquismo comparado con esto fue una “dictablanda”) que ha venido para quedarse y de la que es imposible escapar (de la dictadura de Franco podías huir a Francia, Inglaterra, etc., pero de una dictadura global no).
A todas esas personas miedosas les digo: esto no va de salvarnos la vida (si así fuera, con repartir equitativamente la riqueza del planeta se salvaría la vida, no de unos cientos de miles, sino de miles de millones de personas), esto va de eugenesia, de apartarte de tus semejantes y de tu control físico y mental.
No te dejes engañar. La nueva normalidad no es más que un totalitarismo patológico para transformar radicalmente la sociedad.
¡Por favor! Dejad el miedo a un lado y pensar en todo lo que está pasando.
Hay que decir en voz alta, que se oiga en todo el mundo:
¡¡¡DEJARNOS DE UNA PUÑETERA VEZ EN PAZ!!!
De lo contrario, esta gente acabará con nosotros de una u otra manera.

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