Ante los acontecimientos acaecidos en las
últimas décadas, y visto que los avances tecnológicos y científicos están
cambiando nuestra sociedad a pasos agigantados, deberíamos hacernos la
siguiente pregunta: ¿verdaderamente necesitamos ordenar el mundo? Y la
respuesta tajante es, SÍ. Ahora bien, como todo en esta vida, hay maneras y
maneras de ordenar el mundo, ya que una cosa es ordenarlo y otra muy distinta
la implantación de eso que se ha dado en llamar Nuevo Orden Mundial.
David Rockefeller, fiel servidor del Nuevo
Orden Mundial, dijo: “Algunos me acusan de trabajar contra Estados
Unidos y de ser internacionalista habiendo creado una política y economía
global mundial. Pues bien, no solo me declaro culpable de ello, sino que me
siento orgulloso”
Y otra frase atribuida a él, más inquietante: “Estamos
al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es una gran
crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial”
Lo primero que debemos saber es quién es esa
élite que ha decidido qué es lo mejor para nosotros antes de aceptar su Nuevo
Orden Mundial.
Es bien sabido que estos “personajes” se
consideran a sí mismos los dueños del planeta y de todos sus recursos. Nosotros,
los seres humanos, somos su mejor activo, pero todo parece indicar que con la
llegada de la tecnología nos hemos convertido en prescindibles.
O empezamos a entender esto o estamos
perdidos.
Han pasado seis meses desde que comenzó esta
nueva situación, provocada por la falsa pandemia, y ya podemos empezar a ver
algunos cambios.
A poco observador que sea uno, se habrá dado
cuenta de que hoy existe un “nuevo” paradigma que antes no existía; que
hay un “orden” diferente al de
antes de la “pandemia” y de que esto se repite a nivel “mundial”: Nuevo
Orden Mundial.
En este periodo se han aprobado un montón de
nuevas leyes y normas sin apenas enterarnos. Si comparamos la situación actual
con la que teníamos en enero de este mismo año, nos daremos cuenta de que ahora
las calles están más despejadas; de que los comercios, las playas, los
restaurantes y bares están como más ordenados y de que este mismo patrón se
repite a lo largo y ancho del planeta. Pero este nuevo ordenamiento se está
llevando a cabo mediante la imposición y el engaño, y eso es inadmisible.
Existe un informe del año 2010, de la Fundación
Rockefeller,
titulado “Scenarios for the Future of Technology and International Development”
(aquí el informe en inglés ), que prevé cuáles podrían ser los
escenarios del planeta ante una posible pandemia. En el informe se habla sobre las
cuarentenas, los encierros, el uso de mascarillas y de que los ciudadanos voluntariamente entregaron
parte de su soberanía y su vida privada, a cambio de una mayor seguridad y
estabilidad. Esto, que se predijo
para el año 2012, se ha cumplido al pie de la letra en 2020.
Pero lo más sorprendente del informe, es que
pone a China como modelo de manejo de la supuesta pandemia por su
rápida adopción de medidas totalitarias, que son las mismas que realmente ha tomado
China en 2020.
En la página 18 del informe (el tiempo verbal
utilizado es el pasado) se dice: “A algunos países les fue mejor, a China en
particular. La rápida imposición y aplicación de la cuarentena obligatoria por
parte del gobierno chino para todos los ciudadanos, así como su cierre
instantáneo y casi hermético de todas las fronteras, salvó millones de vidas,
impidió la propagación del virus mucho antes que en otros países y permitió una
recuperación pospandémica más rápida”. ¡ALUCINANTE! Qué capacidad de
visión.
En el mismo informe también se habla de que “la
pandemia provoca una deriva de todos los gobiernos hacia un totalitarismo
global, basado en un agobiante control policial sobre los movimientos de las
personas, la paralización de la economía y unos ciudadanos esclavizados que ven
un retroceso en sus derechos y libertades”. ¡BRILLANTE! Sí
señor. Otra vez en todo el centro de la diana: exactamente lo mismo que está
pasando ahora. No olvidemos que esto se escribió en el año 2010
¿Necesitas más pruebas de que esta falsa
pandemia es un plan que forma parte de una agenda de control mundial de la
población y de la economía?
¿Entiendes ahora por qué el Gobierno no
necesita de epidemiólogos expertos que le asesoren las decisiones que se están tomando?
¿Te das cuenta de que el confinamiento de
personas sanas, el uso obligatorio de mascarillas, la distancia de seguridad,
la reducción de aforos, y el resto de medidas tomadas por el Gobierno no son
sanitarias, sino un experimento social cuyo propósito es crear una crisis
económica mundial para imponer su Nuevo Orden Mundial?
¿Sabías que la estrategia de “aislamiento
social” se remonta a hace 70 años y fue desarrollada por la CIA como técnica de
tortura, al igual que el uso de mascarillas obligatorio para los presos de
Guantánamo?
¿Todavía piensas que la coincidencia entre lo
que fue "imaginado" por la Fundación Rockefeller en el año 2010 y lo
que está pasando es CASUAL?
Bueno, pues este mismo grado de coincidencia
también se dio en el Evento 201 celebrado en octubre de 2019 en Nueva York. El
evento fue organizado por el Instituto Johns Hopkins, el Foro Económico
Mundial, y la Fundación Bill y Melinda Gates. Menudas “tres patas de banco”,
todos promotores del Nuevo Orden Mundial.
Para terminar, decir que en China, el país más
poblado del planeta (1.400 millones de habitantes), la “pandemia” se acabó. ¿Y
cómo es posible si en el resto del mundo no hacen más que aparecer más y más
brotes y rebrotes? Pues porque China ya ha hecho sus deberes: dominio absoluto
sobre su población -mediante aplicación móvil y agenda de crédito social- y la
creación de su nueva moneda digital, el Renminbi: medidas esenciales que cada
país debe implementar antes de la implantación definitiva del Nuevo Orden
Mundial.
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